jueves, 27 de agosto de 2015

Lograr tus metas...




Para lograr un cambio Significativo en la vida hay que tener en cuenta diversas aristas que muchas veces son dejadas de lado. Para lograr el tan ansiado cambio no sólo hay que modificar la conducta sino que también se debe impactar en aquellos factores que condicionan o favorecen el verdadero cambio. Veamos una serie de pautas que ayudarán a generar ese cambio tan deseado.
Tener la intención
Muchas veces el deseo de cambio no se encuentra a la altura de aquello que se desea cambiar. En otras palabras, se cambia a medias, no estamos del todo seguras del cambio que queremos, vemos ganancias pero también pérdidas en el proceso, lo cual funciona muchas veces como un factor obstaculizante, a veces inconsciente. Hay que forjar una intención firme y sostenida para poder iniciar el proceso.
Mantenernos próximos al cambio
El psicólogo James Prochaska, de la Universidad de Rhode Island, desarrolló lo que llamó modelo Transteórico, en el que intenta explicitar las etapas de cambio de las personas a través de la psicoterapia. Prochaska considera que existe una transición hacia el cambio y las conceptualiza por etapas:
*Etapa precontemplativa: Las personas no consideran necesario el cambio, pues no ven un problema que lo haga necesario.
* Etapa contemplativa: Si bien los pacientes contemplan la necesidad del cambio y puede que aún se digan a sí mismos “debería cambiar”, aún no han hecho nada objetivo al respecto. Esta es una etapa en la que se suele permanecer por mucho tiempo, hasta tomar una decisión.
* Etapa de decisión y acción: En esta etapa aparecen personas que se proponen firmemente el cambio y toman acciones específicas que lo inducen, por ejemplo, consultan solicitando ayuda. Esas acciones que llevan adelante son más eficaces.
* Etapa de mantención: El cambio inicial ya se produjo y la persona está focalizada en mantenerlo y profundizarlo.
* Etapa de recaída: Esta etapa fue considerada durante muchos años como el fracaso del cambio, pero en realidad es una parte necesaria del mismo. De cada recaída se puede rescatar un aprendizaje y renovar la intención de cambiar.
 Condicionantes físicos, psíquicos, familiares o sociales
Cada persona tiene sus propios condicionantes que pueden ser leves, moderados o graves. Algunos pueden ser  una niñez de abandono, sufrimiento y desesperanza. Estos condicionamientos pueden operar con fuerza para que no se logre adquirir seguridad, respeto por uno mismo y confianza en los demás. Cuanto mayor es el condicionante, probablemente mayor sea el esfuerzo que se requiere para cambiar. Resulta imprescindible conocerlos y comprenderlos bien.
Utilización de herramientas para el cambio
Es necesario poder tomar las herramientas justas para iniciar un cambio. Encontrarlas puede llevar mucho tiempo y una combinación de distintas herramientas a veces es lo ideal. Por herramientas se entiende cualquier acción que sea beneficiosa para los fines deseados.
Transformación  cerebral
Cuando se sabe qué cambiar, y qué herramientas utilizar, se vuelve necesario llevar adelante un proceso continuo y sostenido de cambio. Lamentablemente se privilegia muchas veces lo mágico, lo súbito, pero lo real es que se debe modificar el funcionamiento de zonas específicas del cerebro. Esto suele llevar tiempo y sostenido esfuerzo, porque el cerebro se empecina en repetir “circuitos aprendidos” de encendidos neurales: hay que “recablearlo” (rewiring)
Gracias a M. R.

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